El tradicional chicken tikka masala, el plato de curry más difundido de la cultura india se sirve con arroz basmati, pan naan y yogur.

Curry, la mezcla de especias que refina cualquier plato

Originaria de la India, esta salsa es una de las más valoradas en la gastronomía mundial. Además del masala del país asiático, destacan los preparados tailandeses y el japonés. En este artículo te contamos un poco de historia, números y secretos de este ingrediente ancestral.

Por Dolores Moreno

En primer lugar, el curry no es una sola cosa, sino que es una mezcla de muchas otras. Sus orígenes se remontan a seiscientos años atrás, incluso antes de los tiempos en que la India se convirtiera en una colonia británica. Entonces, ¿qué es el curry? Para muchos un condimento, pero en realidad es la suma de muchas especias. Con el transcurrir de los años, este infaltable de la cocina india se convirtió en universal: en todos los restaurantes del mundo, los chefs reservan esta preparación para sus platos más refinados, aquellos que con tan solo un bocado logran el efecto deseado, que es trasladar a los comensales a otras latitudes y exaltar los sentidos. Es por eso por lo que el curry es una de las especias más buscadas y valoradas en el mercado; y, de alguna manera, es un producto que está asociado a la gastronomía gourmet y el lujo. No es así en sus países de origen, donde se consume a diario. El nombre viene de kari —del tamil (idioma que aún se habla en Sri Lanka) — y significa ‘salsa’.

Con el transcurrir de los años, este infaltable de la cocina india se convirtió en universal: en todos los restaurantes del mundo, los chefs reservan esta preparación para sus platos más refinados.

Pero hay varias aclaraciones sobre esta mezcla perfecta de sabor, color y picor. Su consistencia, picante, tono y gusto van a depender de quién lo prepare. La base suele ser: chiles rojos, canela, semillas de cilantro, comino, mostaza, fenogreco, hojas de curry, cúrcuma, pimienta y jengibre. Mientras que para un indio el curry es cualquier guiso de verduras, carne o pescado cocinado en una salsa cremosa y acompañado con arroz, en Europa y América se entiende como una mezcla de especias variadas. Algo similar sucede en Tailandia, donde el curry es una pasta y hay varios tipos de acuerdo con la especia predominante y su picante; en cambio, en Japón existe un curry autóctono que se diferencia del de los otros dos países asiáticos por ser dulce. Si bien la India comenzó con este preparado que en realidad funciona como una salsa, países cercanos trabajaron en sus propias versiones. Por eso, a la hora de hablar de curry, es importante diferenciar el indio del tailandés y el japonés.

Más allá de sus orígenes, el mayor exportador de especias, entre ellas el curry, es China, que en 2020 exportó 538,405 toneladas. Al gigante asiático le siguieron: la India, con 421,155 toneladas; los Países Bajos, con 90,081 toneladas; Tailandia, con 67,830 toneladas, y Turquía, con 46,385 toneladas. Cabe destacar que la diferencia en el precio de los productos según el país hace que las recaudaciones sean dispares con respecto a la cantidad vendida. Mientras que China recaudó 928 millones de dólares, en la India fueron 534 millones y en Tailandia, 74 millones de dólares.

Un poco de historia

Los libros de historia sitúan los orígenes del curry al sur de la India. Algo con lo que coincide Simon Majumdar, un escritor británico de viajes e historia de la comida. Uno de los puntos claves sobre el surgimiento de esta reina de las especias es la llegada de los portugueses a las costas de Kerala en 1498. Fueron ellos quienes introdujeron el chile (o pimiento, ají o guindilla) en la región. Más tarde, en 1605, se sumaron los holandeses y los franceses, quienes llevaron también parte de su cultura, que fue esencial a la hora de construir los platos que hoy conocemos. La pimienta y el vinagre que los exploradores portugueses introdujeron fueron la base para el vindaloo de Goa, un plato que cuenta con veinte tipos de pimientos y tamarindo y que se relaciona con el origen del curry. La pimienta como parte de la gastronomía india coincidió con el arraigo de las autoridades inglesas, quienes se instalaron en el país para evitar que otras naciones se apropiaran de su colonia. Cerca de 250.000 miembros del ejército británico residían en la India en ese entonces. Fue su amor por la comida local, el acceso a las especias y la alteración de los platos para adaptarlos a sus paladares lo que dio lugar al curry de estilo moderno.

Uno de los puntos claves sobre el surgimiento de esta reina de las especias es la llegada de los portugueses a las costas de Kerala en 1498. Fueron ellos quienes introdujeron el chile (o pimiento, ají o guindilla) en la región. Más tarde, en 1605, se sumaron los holandeses y los franceses.

En ese entonces, los cocineros indios que trabajaban con los británicos empezaron a fusionar sus conocimientos con los que traían los nuevos pobladores y surgieron platos como el mulligantany, que en tamil significa ‘agua con pimienta’, que se usaba originalmente para curar problemas de digestión y que fue adoptada por los cocineros para preparar una sopa con verduras y especias. Al ver la complejidad de todas las variantes y los ingredientes, los ingleses crearon un polvo con especias estándar y lo empezaron a comercializar bajo el nombre de curry. Por tanto, es el término creado por los ingleses para reunir todos los matices en un mismo producto. A finales del siglo XVIII, las primeras recetas de curry en polvo aparecieron impresas en un libro de cocina en inglés de Hannah Glasse. A finales de 1700 se abrió el primer restaurante indio en Gran Bretaña, llamado Hindoostane Coffee House, para quienes regresaban de la India y extrañaban sus sabores.

Desde entonces, esta mezcla ancestral se ha expandido por Asia y Europa; tanto los monjes indios como los británicos que volvieron a casa tras la liberación de la colonia se encargaron de hacer llegar el curry a otros países. En el caso de Japón y Tailandia, la incursión en el polvo de especias tuvo que ver con la influencia de los colonos que se movían por el sudeste asiático, ya que gran parte de esa región había sido conquistada por los británicos. La implementación del curry en otras culturas provocó una adaptación a los paladares locales. Pakistán, Indonesia, Malasia, Bangladés, Sri Lanka, China, Sudáfrica y Filipinas son algunas de las naciones que también tienen una versión local.

El masala: la mezcla india

Antes del curry que hoy se conoce a nivel mundial, cerca de la India ya había una mezcla de especias que terminó siendo la base de este condimento tan especial. Según los investigadores y las excavaciones arqueológicas, en el año 2500 a. C., en la zona de Mohenjo-Daro (Pakistán) hay registros de este ingrediente. A partir de ese momento, los sabores del curry se habrían empezado a usar de forma habitual.

Sinónimo de gastronomía gourmet, Bangkok ofrece una variedad y exclusividad de platos que hasta los chefs más reconocidos del mundo viajan a conocer sus sabores.

En la India, que es el séptimo país más grande del mundo, hay tantas variaciones de masala (nombre con el que se conoce a la mezcla de especias, entre ellas: semillas, raíces, tallos, hojas y cortezas de flores) como provincias y regiones. Basta pensar en sus dimensiones, diferencias climáticas y castas para imaginar la amplitud de sabores y colores con los que cuenta la tierra del Taj Mahal. Sin embargo, casi todos tienen en común una base de múltiples especias que se adaptan de acuerdo a qué acompañen. Canela, nuez moscada, clavo, cardamomo, cúrcuma, cilantro, pimienta negra y sésamo suelen ser ingredientes básicos.

Se pueden degustar desde los más suaves, pasando por el korma (que va acompañado de yogur y tiene un toque más dulce, destacan el clavo y los frutos secos y se sirve con pollo y arroz basmati), hasta el vindaloo o el paal, que solo son recomendables para los amantes del picante. También están el dupiaza, con cebolla como ingrediente principal; el roghan josh, con tomates, y los más expandidos, como el tikka masala o el madrás, por nombrar algunos.

En la región de Kerala es popular el vindaloo, cuya receta inicial constaba de vino y ajo y tenía su origen en la cultura portuguesa. Los indios fueron sumando distintas especias, como cardamomo, canela en rama, semillas de fenogreco, jengibre, semillas de pimienta negra y mostaza en polvo, que maridaban con chili en polvo, vinagre, comino, cebolla y azafrán, que ya traían los inmigrantes. La salsa va acompañada de pollo, cerdo o cordero. Este plato es considerado el rey de los curris por su intenso picante, algo que el tikka masala pierde en su versión más occidental. Algo similar sucede con el paal, de origen bangladesí, que tiene la reputación de ser uno de los curris más picantes de todos los existentes.

Curry tailandés

En el sudeste asiático, los curris suelen ser más frutales y cítricos. Uno de los países que más ha experimentado con el curry es Tailandia. Sinónimo de gastronomía gourmet, Bangkok ofrece una variedad y exclusividad de platos que hasta los chefs más reconocidos del mundo viajan a conocer sus sabores. Existen, como en la India, tantas variantes como cocineros; sin embargo, hay cinco tipos que son los más populares. Estos se identifican y clasifican por su color y cantidad de picante y van acompañados de arroz jazmín tailandés. La base suele incluir: pasta de camarones, chiles, cebollas, ajo, galanga, raíz de cilantro, hierba de limón, cúrcuma, pimienta en grano, semillas de comino, corteza de lima kaffir y hojas de lima tailandesa. Todos los ingredientes se trituran con un mortero y luego la pasta se fríe para liberar todos los sabores. Por último, se agrega leche de coco.

Entre los más buscados está el curry amarillo. Es el más suave y de sabor agridulce. Predominan el comino, la pimienta de cayena, las hojas de albahaca, la hierba de limón y el jengibre. Es el más cremoso, ya que se le añade tanto crema de coco como leche de coco; y se come, en general, con pollo, camarones o vegetales. Le sigue el curry rojo, que es el más utilizado en la cocina local y se presenta en forma de pasta. El principal ingrediente es el chile rojo, de ahí el color y el nombre; también se le suman semillas de cilantro y raíz de cilantro. Se utiliza más en preparados de carne de cerdo o vaca y es muy picante. Mientras tanto, el curry verde también se presenta en forma de pasta y es más blanco que verde. Se caracteriza por su sabor picante y tiene dos ingredientes principales que le otorgan el color: las hojas de lima kaffir y las hojas de albahaca tailandesa. Utiliza como base la leche de coco con chiles tailandeses verdes frescos. También se le agregan berenjenas frescas. Se prepara con pollo o vegetales.

A los clásicos tres colores de curry thai, se les suman: el curry jungle y el massaman. Mientras que el primero, de la región de Chiang Mai, no tiene leche de coco, sino una consistencia más líquida, una alta gama de ingredientes vegetales secos y frescos y en general se combina con carne o marisco, el segundo se elabora con pato, ternera, pollo, tofú o cerdo y, aunque que su base sigue siendo la leche de coco, se le suman maníes o castañas de cajú tostadas, papas, hojas de laurel, semillas de cardamomo, canela, azúcar de palma, salsa de pescado y salsa de tamarindo. Conocido como el curry musulmán, este va acompañado en general de carne de vaca o pollo.

Curry japonés

Se trata de la variante de curry menos expandida de todas. Si bien dentro de Japón es uno de los platos infaltables, aún no se ha convertido en un clásico for export como el sushi. Sin embargo, para ellos, el arroz con curry es un plato nacional, e incluso lo han llegado a comparar con lo que representa para los norteamericanos comer hamburguesas.
Muy diferente de las versiones india y tailandesa, se dice que el curry llegó a Japón de la mano de los británicos, que habían estado en la India y traían unos polvos de especias. Pronto la marina japonesa convirtió el curry en un plato habitual y a partir de ahí fue evolucionando. Fue a fines del siglo XIX, cuando el curry se consideraba un lujo, pero el nuevo sabor se extendió gradualmente a los hogares y restaurantes comunes de pueblos y ciudades. La receta de curry con arroz se originó en la década de 1910 y se ha mantenido igual desde entonces. La salsa al curry, que contiene más verduras que carne y se espesa con harina, se sirve sobre arroz con condimento. Suele ser más denso y dulce, se puede servir también con fideos udon y suele incluir papas, zanahorias, cebollas, carne, manzana y miel. Entre sus especias destacan: el comino, la cúrcuma, el laurel, el clavo, el cilantro, el cardamomo, el fenogreco o la nuez moscada.
Unos de los más consumidos son los curris instantáneos roux: hay más de ochocientos tipos de acuerdo con su variedad de sabores y niveles de picante (que son muy leves comparados con los curris indios o tailandeses). Estos están disponibles en la mayoría de verdulerías del país. La comida es muy fácil de preparar: simplemente se fríen los ingredientes, se agrega agua, se cocina a fuego lento y se suma la barra de curry instantánea, que se presenta como una salsa prensada que se disuelve en el agua.
El curry o el masala han traspasado fronteras y demostrado que las riquezas culturales viajan desde tiempos en los que no existían los aviones ni Internet. Tanto la gastronomía india como la tailandesa y la japonesa son de las más cotizadas del mundo y las tres coinciden en utilizar este ingrediente colorido y ancestral.

Infografía

Zeen is a next generation WordPress theme. It’s powerful, beautifully designed and comes with everything you need to engage your visitors and increase conversions.

Top Reviews