De la idea de «continente sin esperanza» a la promesa de desarrollo, África sorprende con un alto crecimiento, una nueva clase media y una generación joven que permiten compararla con la China de los ’90.
En 2001, la revista británica The Economist describió a África como “el continente sin esperanza”. Todavía, cuando se habla de África en grandes sectores de Iberoamérica, asalta una imagen mental de pobreza extrema y subdesarrollo. Niños desnutridos, tierras devastadas por la sequía, guerras tribales sin control. Nada de eso deja de ser cierto en el África actual, pero es una visión que omite una parte enorme de la nueva y esperanzadora situación del continente negro.
Goldman Sachs, el banco de inversión que anticipó y celebró la llegada de los BRIC, compara hoy las oportunidades de negocios actuales en África con las de China en la década de los 90. ¿En qué se apoya un diagnóstico semejante? Algunos datos pueden mostrarnos qué es África hoy y hacia dónde se encamina.