Sumergirse en las imágenes de Christy Lee Rogers se asemeja mucho a bucear por un rincón de la mente que pocas veces exploramos. Ese lugar reservado a lo onírico, donde nos encontramos suspendidos entre la existencia y la verdad.
Por Laura Raquel Martínez
Las imágenes de Christy Lee Rogers (Hawái, EE UU) nos abren un espacio para pensar de forma confortable acerca de lo posible o imposible que puede resultar lo real.
“La intención de todo mi trabajo comienza con el deseo de transmitir un sentimiento de asombro y tranquilidad, más allá de lo que vemos aquí en la realidad”, dice la fotógrafa.
Disparar bajo el agua es como estar en un lugar irreal –expresa–, donde nada está limitado por el contexto. “Dejar el estado de las cosas y el mundo que nos rodea es un paso importante para poder crear una nueva realidad más amable y deslumbrante”, asegura.
La composición de sus trabajos, cargada de colores intensos y contrastes de luz, es consecuencia de más de 15 años de experimentación
con el agua.
Sus escenas están dominadas por la ingravidez del medio acuático, lo que provoca, junto a la luminosidad, una escritura literalmente poética. Para la artista, el agua es un elemento poderoso que tiene la capacidad tanto de expresar la esencia de la humanidad como de recrear un universo inexplorado.
Musas (2018), título que da nombre a la presente serie, forma parte de una de sus últimas producciones. “Harmony”, incluida en el grupo, fue reconocida este año con uno de los Sony World Photography Awards. Rogers establece un nuevo estándar para la fotografía contemporánea. Según reconoció la artista en una entrevista, el proceso creativo es lento y laborioso. Prueba y error dan como resultado estampas pictóricas al estilo barroco, comparables con las obras de Caravaggio.
La composición de sus trabajos, cargada de colores intensos y contrastes de luz, es consecuencia de más de 15 años de experimentación con el agua. La artista combina textura, movimiento y luminosidad para retratar su visión de la belleza y el caos.
Prueba y error dan como resultado estampas pictóricas al estilo barroco, comparables con las obras de Caravaggio.
La cámara de Rogers no concibe la fotografía como memoria sino como evidencia de un estado de vulnerabilidad. Los cuerpos suspendidos en la profundidad del agua tejen una trama inquietante. “El agua representa la pureza; y un cuerpo sumergido en ella, ingrávido pero atrapado por la imposibilidad de respirar, es una dicotomía que me consume”, asegura la autora.
Para la artista, el agua es indomable, tiene vida propia y una fuerza incontrolable. “Las telas, los cuerpos y la luz se mueven donde quieren, y eso es parte del encanto, y es necesario para un disparo exitoso”, afirma. La belleza de sus imágenes fue contemplada en diferentes exposiciones realizadas en París, Londres, Ciudad de México, São Paulo, Los Ángeles y Shanghái, entre otras importantes ciudades.
Además, forman parte de colecciones privadas y públicas, y fueron reproducidas en renombradas publicaciones internacionales como Vogue, Elle y Global Times, entre otras. Rogers corre el límite del espacio físico convencional en busca de re-conceptualizar los términos de la libertad. En ese proceso, recurre al asombro, la tranquilidad y la construcción de “un lugar seguro para soñar salvajemente”.
En junio inaugura dos exhibiciones: Musas en Miller Gallery (Cincinnati, Ohio) y Changing Tides en Laura Rathe Fine Art (Dallas, Texas), que se suman a la gira mundial de Sony World Photography Awards por Singapur, Malasia, Hong Kong y China.
Además, tiene previsto iniciar la producción de una nueva serie fotográfica y de videos, algunos de los cuales involucrará a diseñadores de moda de Londres, artistas y músicos.
Evolution. Christy Lee Rogers 
Harmony. Christy Lee Rogers 
Gold Infatuation. Christy Lee Rogers 
The Reunion of Cathryn Carrie and Jean. Christy Lee Rogers 
Shine. Christy Lee Rogers 
Our Hopes and Expectations. Christy Lee Rogers
