El mayor acuerdo comercial del planeta

La Asociación Económica Integral Regional (RCEP) concluye la negociación de un acuerdo que incluye a 15 países de la región con mayor crecimiento económico del mundo.

Después de 18 años, 31 rondas de conversaciones, 18 reuniones a nivel ministerial, así como de posponer hasta seis veces la fecha límite para el fin de las negociaciones, en noviembre de 2020 finalmente vio la luz el acuerdo de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP). Este acuerdo tiene el objetivo de ampliar y profundizar el compromiso de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) —que integran Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam— con sus vecinos Australia, China, Japón, Corea y Nueva Zelanda

Todos los países anteriormente citados representan el 28% del comercio global; su producto interno bruto (PBI) combinado asciende a 26,2 billones de dólares y representan el 30% del PBI mundial, además de que albergan al 30% de la población del planeta con 2100 millones de consumidores. Sin embargo, esto es solo una foto de la realidad actual, ya que, al tratarse de la región con las tasas de crecimiento más altas del mundo, se calcula que para el año 2030 podrán representar el 50% del PBI global y, mediante la incorporación de la India, abarcar el 45% de la población del planeta.

“La firma del RCEP no es solo un hito de la cooperación regional en Asia oriental, sino también una victoria del multilateralismo y el libre comercio”, dijo Li Keqiang, primer ministro chino.

El camino hasta llegar a este acuerdo ha sido largo, además de que ahora deberá ser sometido a un proceso de ratificación por cada país y entrará en vigor 60 días después de la fecha en la que al menos seis signatarios de la ASEAN y tres de los no miembros hayan completado los procedimientos internos.

La alianza busca aumentar el flujo comercial entre los países de la región y para ello se pretende la eliminación del 90% de las barreras arancelarias durante los próximos 20 años entre los firmantes y aborda temas importantes, como la propiedad intelectual, las reglas de origen y el comercio electrónico. En total, afecta a una veintena de áreas, donde, por ejemplo, elimina impuestos en un 61% de las importaciones agrícolas y pesqueras del ASEAN, Australia y Nueva Zelanda, junto a un 56% de China y un 49% de Corea del Sur.

Este acuerdo es el primero de libre comercio donde participan juntos China, Corea del Sur y Japón, quienes podrían agregar casi 200 mil millones a la economía mundial para el año 2030, además de que podría constituir el antecedente de un futuro acuerdo trilateral del libre comercio. Asimismo, tal y como proclamara el Ministerio de Finanzas de China, el hecho de que por primera vez estos tres países alcancen un acuerdo de reducción arancelaria constituye un avance histórico.

El documento, al combinar una serie de acuerdos separados en uno solo, promueve que Asia se acerque a convertirse en una zona comercial coherente como la Unión Europea o América del Norte. De hecho, llega en un momento clave, pues la pandemia ha mostrado las debilidades de las cadenas de valor globales, así como que tenemos la necesidad de ir hacia un esquema más regional, de mayor proximidad. De esta manera, se homogeneizan los criterios de origen a partir de los cuales un producto fabricado para el RCEP es aceptado en los 15 países.

Características clave del acuerdo

La ASEAN define el acuerdo como moderno, exhaustivo, de alta calidad y de beneficio mutuo. En primer lugar, considera que es moderno porque el RCEP no solo para el presente, sino que ha sido pensado también para el futuro. De esta manera, actualiza la cobertura de los TLC existentes de la ASEAN Plus One (los TLC de la ASEAN con los cinco socios en diálogo) y toma en consideración las realidades comerciales emergentes y cambiantes, incluida la era del comercio electrónico, el potencial de las micro, pequeñas y medianas empresas, las cadenas de valor y la complejidad de la competencia del mercado. Asimismo, el acuerdo complementará a la Organización Mundial del Comercio (OMC), ya que, basándose en sus acuerdos, los actualizará o irá en algunos casos más allá de sus disposiciones.

En segundo lugar, la ASEAN habla de que es exhaustivo porque es completo, tanto en términos de cobertura como de profundidad de los compromisos. En su cobertura, el acuerdo consta de 20 capítulos e incluye muchas áreas que no estaban cubiertas anteriormente en los TLC de la ASEAN Plus One. Por otra parte, tiene disposiciones específicas que cubren el comercio de mercancías, incluidas las normas de origen, procedimientos aduaneros y facilitación del comercio, medidas sanitarias y fitosanitarias, normas y reglamentos técnicos, entre otros. También cubre el comercio de servicios, incluidas disposiciones específicas sobre servicios financieros, los servicios de telecomunicación y profesionales, así como el movimiento temporal de personas físicas. Además, hay capítulos sobre inversión, propiedad intelectual, comercio electrónico, competencia, pequeñas y medianas empresas (pymes), cooperación económica y técnica, licitaciones gubernamentales y áreas legales e institucionales, incluida la solución de controversias.

En tercer lugar, la ASEAN lo considera de alta calidad porque contiene disposiciones que van más allá de los TLC existentes de la ASEAN Plus One, al tiempo que reconoce los niveles individuales y diversos de desarrollo y las necesidades económicas de los miembros del acuerdo. Asimismo, aborda las cuestiones necesarias para respaldar la participación de los miembros en la cadena de suministro global y regional y complementa los compromisos de acceso al mercado con reglas que facilitan el comercio y la inversión que a su vez facilitan el negocio, al mismo tiempo que preservan los objetivos legítimos de política pública. El acuerdo RCEP se esfuerza por impulsar la competencia de una manera que permite que la productividad que sea sostenible, responsable y constructiva. Además, el RCEP tiene el valor agregado de reunir un solo reglamento para ayudar a facilitar el desarrollo y la expansión de las cadenas de suministro regionales entre las partes.

Y, por último, la ASEAN asegura que es de beneficio mutuo porque reúne a países con diversos niveles de desarrollo. Por lo tanto, las partes de la RCEP han reconocido que su éxito estará determinado por su capacidad para beneficiarse mutuamente. El acuerdo está diseñado para lograr este objetivo de varias maneras, incluso mediante formas apropiadas de flexibilidad y disposiciones para el trato especial y diferenciado, especialmente para Camboya, la República Democrática Popular Lao, Myanmar y Vietnam, según corresponda, y flexibilidad adicional para los más pequeños. Además, el RCEP incluye cooperación técnica y desarrollo de capacidades, que estarán disponibles para apoyar la implementación de los compromisos asumidos bajo el acuerdo y para que las partes maximicen los beneficios derivados de él. De igual forma, el RCEP también incluye disposiciones que garantizarán que las economías con diferentes niveles de desarrollo, las empresas de diferentes tamaños y las partes interesadas más amplias puedan beneficiarse del acuerdo.

Rivalidad China-EE. UU.

Por otra parte, este pacto surge como alternativa al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), el cual fue concebido por la Administración de Obama para enlazar ambas orillas del Pacífico sin contar con China y de esta manera afianzar la influencia de los Estados Unidos en el área. Sin embargo, con la decisión de la Administración de Trump de retirar a los Estados Unidos del TPP y la posterior creación del RCEP, el país americano se queda fuera de los dos grupos comerciales del Pacífico y ya no tendrá capacidad de influir en las normas que regulen el comercio asiático. La ausencia de Washington, enfrascada en su American First, fue la oportunidad para que Beijing estableciera una agenda regional a su medida, ya que, si bien el acuerdo es una iniciativa de la ASEAN, una vez que entre en vigor será muy difícil que no sea Beijing quien tome las riendas en este nuevo entorno.

China ya ocupa un lugar privilegiado en el comercio exterior de los países que integran el RCEP, donde la ASEAN, en los primeros ocho meses del año 2020, y tal vez debido a la pandemia, superó a Europa como primer socio comercial de China. Por eso, a través del acuerdo consolida sus ambiciones geopolíticas en la región, además de que apuntala su estrategia de las nuevas rutas de la seda, lo que le permite a su vez disminuir su dependencia de la tecnología y de los mercados occidentales.

Asimismo, China gana influencia sobre los aliados de los Estados Unidos en la región, como son Corea del Sur, Australia y Japón; principalmente sobre este último, que, como gran impulsor del TPP, había intentado escapar de la influencia de China, pero que ahora se encuentra configurando un nuevo orden comercial regional en diálogo con Beijing a pesar de que había declarado que no lo firmaría si la India no participaba en él, ya que compensaba el tamaño del país chino. La imperiosa necesidad de reactivar su economía luego de varias décadas estancada hizo que finalmente Tokio cambiara de opinión.

Con el ingreso de una nueva administración estadounidense, se espera que Washington retome la senda del diálogo, la negociación y el multilateralismo, aunque seguramente los precedentes internos heredados del Gobierno de Trump, la presión de los sindicatos y un congreso dividido le impedirán dar grandes giros en esta materia.

Lo más probable es que Biden, en lugar de regresar a los tratados, busque reconstruir los lazos con sus aliados tradicionales para juntos presionar a China.

Voces disidentes

Una crítica común es el tamaño dominante de China con respecto al resto de los participantes en el acuerdo, la cual se hizo mucho más evidente luego de la salida de la India, a quien se le ha reservado el derecho de incorporarse más adelante. Delhi temía por la invasión de productos baratos de origen chino, leche y quesos de Australia y Nueva Zelanda, además de que manifestó su decepción por lo poco que se había hecho en materia de facilitación comercial en el área de servicios, donde tiene ventajas comparativas.

Algunas organizaciones no gubernamentales (ONG) han criticado la falta de transparencia del acuerdo y que, según su criterio, beneficie más a las grandes empresas que a los pequeños productores, principalmente en el sector agrícola. Por ejemplo, la India tiene un sector rural que, además de fuertemente tutelado, está formado por pequeños productores con un régimen comercial altamente protegido. Al mismo tiempo, las ONG señalan que la ausencia de regulaciones para proteger a los trabajadores y el medio ambiente resultará perjudicial para Europa y los Estados Unidos, ya que fomenta el dumping social y ecológico.

Como afectará a Iberoamérica

El comercio bilateral entre ambas regiones es importante y se incrementa año a año, aunque aún tiene que crecer y mejorar mucho. De hecho, se espera que solo a corto plazo pueda haber un desvío de comercio y es por eso que resulta más que imprescindible para la Unión Europea y el Mercado Común del Sur (Mercosur) avanzar en acuerdo comerciales con esta región. Las empresas iberoamericanas que importen insumos de la región podrían beneficiarse de una reducción de precios derivada de una mayor eficiencia en las cadenas de valor y las empresas que exporten podrán disfrutar de una demanda fortalecida debido al crecimiento económico del área. Asimismo, el sector agroalimentario español y latinoamericano seguirán siendo estratégicamente relevantes para abastecer las mesas de los hogares asiáticos.

Impacto sobre el tejido empresarial

  • Reducción de tarifas arancelarias.
  • Desmantelamiento progresivo de barreras no arancelarias.
  • Normativa que agiliza y promueve el comercio electrónico.
  • Armonización de las normas de origen.
  • Eficiencia de las cadenas de producción regionales.
  • No discriminación en materia de inversión extranjera.
  • Facilidades en la movilidad de trabajadores.
  • Normas claras relacionadas con las adquisiciones gubernamentales.

Firma en un contexto especial

El acuerdo fue firmado de manera virtual en el marco de la cumbre de líderes de la ASEAN organizada por Vietnam y contó con la participación de los socios externos al bloque, pero firmantes del documento. La ceremonia tuvo su protocolo particular debido a que se celebró por videoconferencia, donde cada ministro firmaba el documento bajo la atenta mirada de su jefe de Estado o de Gobierno.

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