Una colección que es el resultado de 80 años de cooperación internacional refleja las ideas de la organización.
La colección comprende más de 1000 obras de arte que reflejan una variedad infinita: esculturas, murales, vitrales, tapices, pinturas, dibujos, grabados, impresiones fotográficas, artesanías nacionales tradicionales, muebles, textiles e incluso caricaturas; obras de arte adquiridas a lo largo de los años y desde 1936, cuando el Palacio de las Naciones seguía siendo la sede de la Sociedad de Naciones.
La colección integral es una oda a la paz, el respeto y la diversidad. Cada pieza es única y toda la exposición traza múltiples influencias culturales. Algunos artistas hablan de su esperanza de un mundo mejor e invitan a pensamientos humanistas que exploran los derechos humanos y los problemas contemporáneos.
En la colección de la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra (ONUG), la representación de la humanidad se realiza en cuatro niveles. En primer lugar, cada obra de arte representa al país que la donó o al país de origen del artista, lo que no es irrelevante, ya que la colección refleja el aumento del número de Estados miembros de la organización desde su creación. De los 189 Estados miembros de las Naciones Unidas en 2000, 80 están representados en la colección. En segundo lugar, el don de una obra de arte expresa la intención del donante. La mayoría de las veces refleja su adhesión a los objetivos humanitarios perseguidos por las Naciones Unidas. En tercer lugar, destaca el papel del artista como vehículo para nuevas ideas sobre el arte y la sociedad. Como cualquier colección, esta de la ONU es también una colección de pensamientos.
Además, cada año, la ONUG acoge más de 40 exposiciones en sus instalaciones que muestran el trabajo de artistas y fotógrafos de todos los rincones del mundo y presenta valiosas exposiciones documentales e históricas sobre temas relacionados con la labor de la organización.
Es importante dar a conocer el valor artístico y el interés histórico de la colección de arte no solo porque ejemplifica los ideales de una gran organización internacional, sino también porque tiene el extraordinario potencial de convertirse en verdaderamente universal.
Por primera vez en la historia del Palacio de las Naciones, una parte de su colección de arte se exhibió públicamente en una galería de arte en Ginebra. Organizada para el 75 aniversario de las Naciones Unidas y el centenario del multilateralismo en Ginebra, la exposición Todo un mundo. El arte del Palacio de las Naciones llega a la ciudad es un vibrante homenaje al papel del arte en la diplomacia multilateral y a la celebración de la excepcional colección de arte del Palacio de las Naciones Unidas, adquirida a lo largo de un siglo de historia multilateral.
Tatiana Valovaya, Directora General de la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, cree que es simbólico celebrar esta primera exposición pública en Ginebra, la ciudad que ha acogido a las Naciones Unidas y a muchas otras organizaciones internacionales durante décadas, especialmente durante el 75 aniversario de la organización. “Esta es una oportunidad fantástica para hablar en este momento difícil sobre la necesidad de cooperación multilateral, porqué todos necesitamos a las Naciones Unidas, porqué tenemos que trabajar juntos, porqué compartimos los mismos valores”, dijo Valovaya en la inauguración de la exposición. “Realmente espero que este sea el comienzo de una nueva etapa para mostrar nuestro arte y la importancia del arte en los asuntos internacionales, en la construcción de confianza y entendimiento entre las naciones”, continuó. La Biblioteca de las Naciones Unidas en Ginebra ha puesto en marcha un nuevo catálogo para las obras de arte expuestas en la Oficina de las Naciones Unidas: https://libraryresources.unog.ch/artworks. Para conocer la historia del propio edificio, así como explicaciones detalladas de la decoración de las diversas salas de conferencias, recomendamos la fascinante y muy completa publicación de Jean-Claude Pallas, “Histoire et architecture du Palais des Nations(1924-2001) : l’art déco au Service des relations internationales, que repasa e ilustra toda la historia del edificio.
Fuente: La Représentation de l’Humanité, Collection des oeuvres d’art de l’Office des Nations Unies à Genève. Naciones Unidas, 2001.
Sueño de la paz, Henrik Sørensen. 1939. Pintura mural 8,6 m x 6,55 m. Donación del Gobierno noruego a la Liga de Naciones en 1939. 
Malos tiempos, Eduardo Kingman. 1997. Óleo sobre tela 81 cm x 72 cm. Donación del Gobierno ecuatoriano en 1997. 
Mirando indiferente, Mikhail Romadin. 1998. Óleo sobre tela 120 cm x 160 cm. Donación del Gobierno ruso en 1999. 
La construcción del Palacio de las Naciones, Massimo Campigli. 1937. Mural 5 m x 16 m. Adquirido por la Liga de las Naciones en 1937. 
Esfera armilar en memoria del presidente Woodrow Wilson, Paul Manship. 1939. Escultura hecha de varios metales. Diámetro: 410 cm. Ofrecido por la Fundación Woodrow Wilson a la Sociedad de Naciones en 1939.
